Uruguay: por qué sigue siendo un refugio para la inversión en real estate en 2023

Tras expandirse más del 6% en 2022, la economía uruguaya volverá a crecer el año próximo y el sector de la construcción será nuevamente protagonista. Sus fundamentos históricos -seguridad jurídica, estabilidad macro y rentabilidad- se mantienen para la atracción de inversiones.

Estabilidad económica e institucional, seguridad jurídica, demanda genuina por necesidades de vivienda y herramientas de estímulo oportunas y atractivas hicieron de Uruguay un destino destacado en la región para la inversión en real estate en los últimos años. Esas condiciones de base que fueron consolidándose con el paso del tiempo siguen presentes y vuelven a transformarse en argumentos de peso para las decisiones en 2023.​

Según las estimaciones de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), para 2023 se prevé una expansión del 2,9%, que estará por encima de la media regional (1,3%). El empuje de las exportaciones agropecuarias por la suba de precios de las materias primas y el efecto rebote de la normalización de la actividad en 2021 que prolongó sus beneficios a la primera parte de 2022 explican la alta cifra de este año, que una vez más sobresaldrá en la región. Para el año próximo, el número contemplado en torno al 3% no contará con ese empuje adicional pero dejará a la vista un crecimiento más sólido, en el que quedarán mejor expuestas las condiciones de base de la economía, resaltan expertos.

El principal problema que enfrentó y enfrenta la economía de Uruguay, en línea con lo que ocurre en el mundo en este momento, es la inflación. La proyección que tuvo en durante el 2022 la ubica en el 9%, de acuerdo con el último consenso de los analistas correspondiente a diciembre, y en baja para el año próximo, al 7%, luego de la suba de tasas de interés aplicada por el Banco Central como herramienta para combatir el traslado a precios de los aumentos internacionales de productos agrícolas y la energía. La reducción del ritmo inflacionario en un contexto de crecimiento es un motivo que alienta buenas perspectivas para 2023.​

Otro dato estructural que habla sobre la estabilidad de la economía uruguaya es su bajo riesgo país, en torno a los 130 puntos básicos, lo cual refleja la confianza que despiertan sus bonos de deuda y la seguridad que emana el país desde el punto de vista inversor. Esa sobretasa tan baja le permite además un acceso al crédito fluido y a un costo competitivo, que alienta la generación de proyectos.​

El valor del dólar es un indicador clave que incide en cualquier tipo de inversión. La moneda uruguaya, el peso, atraviesa un período de revaluación y las últimas estimaciones de economistas prevén un tipo de cambio de 42 pesos por dólar para los próximos 12 meses, una suba levemente por encima de la inflación. El comportamiento que tenga el dólar influye en el resultado final de la inflación y en los costos de todos los sectores, incluido el de la construcción, cuyo dinamismo aportará un 6% de la actividad económica el año próximo, según cálculos de la consultora PwC.​

​Vale recordar que Uruguay tiene inflación por debajo de los dos dígitos hace 20 años y desde 2002 inició un proceso de crecimiento sin crisis macroeconómicas relevantes que se proyecta hasta estos días. ​

En ese marco, la inversión en real estate cuenta con factores a tener en cuenta, como una rentabilidad en dólares en torno al 5% anual si la vivienda es destinada a alquiler y un potencial de revaluación del 4% anual; precios en la ciudad de Montevideo en el rango de los US$3000 en propiedades a estrenar en los barrios consolidados; una oferta diversificada de proyectos residenciales que incorporan las últimas tendencias y nuevas zonas con potencial que vienen creciendo en servicios e infraestructura.​

La sanción de la ley de vivienda promovida en el año 2011 es en gran medida responsable del flujo de inversiones que están captando muchos barrios de Montevideo en los últimos años. La norma establece incentivos a la construcción mediante la exención de impuestos (IVA, impuesto a la renta a personas físicas, entre otros) por un plazo de 10 años. Zonas como Tres Cruces, Parque Batlle, Cordón, Palermo (centro), Barrio Sur, la Blanqueada y la Aguada (en la denominada zona central) se posicionaron como destino desde entonces y atrajeron proyectos y mejoras en el entorno.​

Debido a la ley de vivienda promovida, se construyeron más de 20.000 departamentos en la capital uruguaya de acuerdo con cifras oficiales, con inversores argentinos entre quienes compraron muchas de esas unidades para obtener una renta por alquiler y la posterior revaluación. Los proyectos en el pozo con buena ubicación, amenities y diseño funcional encabezan el interés inversor.

Otras notas

11/06/2024

El coliving, una tendencia que crece entre los nuevos proyectos: sus características

Leer más
01/01/2024

Real Estate Miami: Aumento de interés, incertidumbre y pronóstico

Leer más
05/11/2023

Qué aportará la Inteligencia artificial al real estate en los próximos años

Leer más
28/10/2023

El impacto del home staging en la venta de propiedades: qué es

Leer más

Hablemos de inversiones