La Ley de Vivienda Promovida permite acceder a un préstamo de hasta el 90% del valor de la propiedad e impulsa la renovación de stock y regeneración urbana en zonas centrales de Montevideo.
En la última década, los ciudadanos argentinos desembolsaron por encima de US$ 125 millones y compraron más de 1.200 inmuebles en barrios céntricos de Montevideo, lo que representó casi el 15% del total de las compraventas en la capital uruguaya y los convirtió en el principal grupo de extranjeros en invertir en ese país, detalla un relevamiento realizado por Moebius. En total, y de acuerdo a datos de la Dirección Nacional de Registros de Uruguay, son más de 85.000 los argentinos dueños de inmuebles en el país, tentados por el valor del metro cuadrado, la renta generada por las unidades y las exoneraciones tributarias –como la del pago del impuesto a la renta– de la vivienda promovida.
Ahora bien, ¿qué se entiende por vivienda promovida? Tal como detallan desde el Ministerio de Vivienda y Ordenamiento Territorial de Uruguay, es un programa que apunta a facilitar el acceso a la vivienda y estimula la construcción, a través de exoneraciones impositivas al vendedor y al comprador, y del otorgamiento de créditos hipotecarios subsidiados de hasta el 90% del valor de la propiedad. Está dirigido a personas solas, familias y parejas con o sin menores a cargo.
Promulgada en 2011, uno de los puntos más interesantes de la Ley es que promueve la inversión privada en construcción, refacción o ampliación de viviendas que podrán tener como destino tanto la venta como el alquiler, mediante exoneraciones de impuestos a constructores, desarrolladores y propietarios por 10 años. El programa impulsa la renovación de stock y regeneración urbana en zonas centrales de Montevideo, principalmente.
En 2020, el presidente de Uruguay, Luis Lacalle Pou, firmó un decreto con algunas modificaciones, incorporando la promoción de monoambientes de 25 a 40 metros cuadrados y ampliando exenciones impositivas: se exonera de Impuesto al Patrimonio (tres años vivienda finalizada) y se amplía el plazo para la devolución del IVA en las compras de los costos directos de obra, hasta dos años luego de finalizadas las obras.
¿Cuáles son los proyectos y actividades susceptibles a acceder a los beneficios? Aquellos que amplíen significativamente la cantidad de viviendas de interés social disponibles destinadas a la venta, alquiler o alquiler con opción a compra; faciliten el acceso a la vivienda de los sectores de ingresos medios y bajos; contribuyan a la integración social y al mejor aprovechamiento de los servicios de infraestructura ya instalados; mejoren las condiciones de financiamiento y garantía para la adquisición, el alquiler o el alquiler con opción a compra de viviendas de interés social; y/o fomenten la innovación tecnológica en materia de construcción edilicia.
Beneficios impositivos
Entre los beneficios tributarios, se destacan los siguientes: exoneración de los impuestos que gravan la renta originada en proyectos declarados promovidos; exoneración del Impuesto al Patrimonio de los inmuebles cuya construcción, refacción, ampliación o reciclaje; exoneración del IVA a los ingresos derivados de las actividades de enajenación, construcción, refacción, ampliación y reciclaje de viviendas; y exoneración del IVA aplicable a los servicios de garantía vinculados al alquiler y adquisición de inmuebles destinados a la vivienda de interés social.
Según un informe de Moebius, la localización y distribución de los metros cuadrados concedidos en permisos de construcción para vivienda en Montevideo refleja una mayor dinámica en barrios céntricos de la capital, como Cordón, Centro, Barrio Sur, La Blanqueada y Tres Cruces, donde se realizaron casi el 50% de las construcciones.
Para saber más sobre los proyectos de Vivienda Promovida de @vitriumcapital en Uruguay, ingresa a www.vitriumcapital.com