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La capital de Alemania abrazó el concepto de ciudad inteligente y alienta los proyectos sustentables que buscan crear nuevos espacios urbanos respetuosos del medioambiente y del valor patrimonial histórico. Las iniciativas más destacadas
En la lista de las ciudades más importantes del mundo en materia de innovación, aquellas que ofrecen ejemplos sobre las tendencias que van modelando el futuro, sin dudas no puede faltar Berlín. La capital de Alemania no solo es una urbe riquísima en historia política, económica y cultural; también se transformó en una suerte de faro en materia inmobiliaria, con proyectos de alto impacto destacados y una transformación en la que vale la pena ir y conocer.
En los últimos años, Berlín abrazó el concepto de ciudad inteligente y aceleró los proyectos para convertirse en una de las principales impulsoras del cambio sostenible. Apoyada en las posibilidades que ofrece la tecnología, la capital alemana multiplica las iniciativas para construir nuevos espacios urbanos que rescatan el valor patrimonial del pasado y proyectan un futuro más respetuoso del medioambiente.
En ese sentido, la ciudad logró un lugar destacado en la carrera por la innovación. Fue sede del primer edificio inteligente inaugurado en Europa en forma de caleidoscopio, Cube Berlín, emplazado a metros de la plaza Washingtonplatz en una zona que supo estar despoblada, y tiene en marcha distintos emprendimientos donde la gestión energética, el uso de sensores para promover un uso racional de los recursos y la promoción de la movilidad sostenible marcan el camino.
Desde la caída del Muro en 1989 y la reunificación alemana, Berlín recuperó espacios verdes y se caracterizó por su política de reciclar edificios históricos para conservar el patrimonio cultural, adaptándolos para nuevos usos. Ese cuidado por la historia arquitectónica desde la idea de conciliar el pasado y el futuro es, junto con el enfoque de la sustentabilidad para su desarrollo urbanístico, uno de sus rasgos más salientes.
Berlín es sede hoy de iniciativas como Future Living Berlín, la primera ciudad inteligente ubicada en Europa que cuenta con el apoyo de la empresa japonesa Panasonic. Tiene 90 viviendas y locales comerciales abastecidos en un 90% por energía limpia renovable obtenida a través de paneles solares fotovoltaicos y despliegue de tecnología para reducir la huella de carbono en la calefacción y refrigeración, entre otras innovaciones. Apela a las baterías de almacenamiento de energía, bombas de calor aire-agua y soluciones de gestión inteligentes de los recursos.
No es la única experiencia de ese tipo desplegada en la capital. La empresa Siemens, uno de los gigantes industriales alemanes históricos, está montando desde 2022 el distrito Siemensstadt 2.0, un proyecto de desarrollo urbano que apunta a convertir su primitiva ubicación en una nueva zona sostenible y tecnológica. Con una inversión de 600 millones de euros, el Siemensstadt 2.0 se centra en la integración de inteligencia artificial, movilidad eléctrica y eficiencia energética, para crear un entorno urbano innovador. Además de viviendas, el distrito contará con espacios de trabajo, áreas verdes y servicios públicos inteligentes en 173 hectáreas con huella de carbono cero. Todos los edificios serán sustentables y automatizarán el control de la ventilación y la calefacción para ajustar el consumo energético.
Otros ejemplos que muestra la ciudad en materia de innovación en real estate que suelen ser mencionados son el proyecto de usos mixtos Quartier Heidestrasse, ubicado en el centro de la ciudad. Como en los otros casos, sus viviendas, oficinas y comercios combinados con espacios verdes se destacan por el diseño eficiente en el uso de los recursos energéticos y el empleo de fuentes renovables. Además, el proyecto prioriza la movilidad sostenible mediante la promoción del uso de bicicletas y el acceso al transporte público.
Un enfoque similar desde el ángulo de la sostenibilidad es el de Quartier Voltaire, otro emprendimiento que se está desarrollando en el barrio de Mitte y que se destaca según los expertos por su diseño innovador en sus usos mixtos, al fomentar la diversidad y la integración respetando el patrimonio histórico. El proyecto, como no podía ser de otra forma en esta época, se basa en construcciones sustentables.
La consigna de recuperar viejos espacios no aprovechados para darles un nuevo uso se verá también en la zona del antiguo aeropuerto de Berlín, en el barrio de Tegel, que se transformará en los próximos años en un distrito residencial y un centro de investigación tecnológica. Bautizado Berlín TXL, fue tildado como una iniciativa única en Europa empujada por el estado de Berlín que busca ofrecer un modelo de crecimiento sostenible para las necesidades de vivienda.