Estos espacios ofrecen un ambiente de trabajo colaborativo y productivo, al mismo tiempo que brindan flexibilidad y ahorro de costos, en comparación con una oficina tradicional.
El coworking es una modalidad de trabajo a través de la cual personas de diferentes profesiones y pertenecientes a diversas organizaciones comparten un espacio laboral, así como recursos para desempeñar su tarea de manera independiente, aunque de forma colaborativa. Estos espacios, habituales para emprendedores, profesionales independientes y empleados en pymes y startups, brindan un ambiente flexible, además de proporcionar el acceso a servicios y herramientas como internet de alta velocidad, salas de reuniones, impresoras, fotocopiadoras, escritorios, equipos ergonómicos y, en algunos casos, también cocinas y áreas de descanso y recreación.
Se estima que los primeros espacios de coworking surgieron a principios de los años 2000, aunque fue Hat Factory el primero en ganar popularidad: ubicado en San Francisco, abrió sus puertas en 2005. Con el correr del tiempo y el crecimiento del ecosistema emprendedor, el número de espacios de coworking comenzó a aumentar en todo el mundo. Sin embargo, alrededor de 2010 iniciaron su expansión global.
La pandemia de Covid-19 actuó como un punto de inflexión: muchos espacios debieron cerrar debido a las restricciones de distanciamiento social, mientras que los que se mantuvieron abiertos tuvieron que adaptarse a la “nueva normalidad”, implementando medidas como desinfección frecuente, uso de barbijos en espacios cerrados y límites al aforo en áreas comunes.
De acuerdo con la Organización Internacional del Trabajo, la pandemia desató un cambio radical para posibilitar la continuidad de los negocios y los empleos a través del home office. En el peor momento de la crisis, en el segundo trimestre del 2020, solo en Latinoamérica cerca de 23 millones de personas pasaron a trabajar de forma remota.
Con todo, la pandemia impulsó la demanda de este tipo de espacios, ya que una masa laboral se volcó a buscar un sitio fuera de su hogar para trabajar de forma segura, flexible, colaborativa y cómoda. De hecho, a nivel global, se prevé que la cantidad de espacios de coworking alcance los 41.975 para fines de 2024, según un informe de Coworking Insights. Incluso, de acuerdo con el estudio “Mercado global de espacios de coworking 2023-2027”, el sector crecerá más de US$ 14.000 millones en el próximo lustro.
¿Cuáles son las nuevas tendencias en la industria del coworking? Por un lado, los espacios más flexibles, como la posibilidad de pagar por el tiempo de uso, en lugar de una membresía mensual. Por el otro, y siguiendo las demandas de la generación Z, la adopción de prácticas sustentables, como la implementación de medidas de eficiencia energética así como de espacios verdes.
También comienzan a verse cada vez más espacios de coworking de nicho y segmentados. Es decir, con enfoques especializados, ofreciendo servicios comunes para determinada comunidad o industria.
Asimismo, si bien los países con más coworkings son Estados Unidos, China, Alemania, Reino Unido, España, Francia, Australia, Brasil, Canadá y Japón, estos espacios se han expandido fuertemente en todo el mundo. Incluso, fuera de los grandes centros urbanos: ya hay opciones en áreas suburbanas.
Recientemente, Accor realizó una encuesta que da cuenta del potencial de crecimiento que tienen los espacios de coworking; prepandemia, apenas el 8% de los encuestados solía trabajar siempre o casi siempre en cafeterías o restaurantes, y el 7% en espacios de coworking. Sin embargo, con la pandemia, el 21% de los participantes respondieron que podrían trabajar en cafés, restaurantes o espacios de coworking. Las razones más importantes para hacerlo serían salir del entorno del hogar (50%), estar en un ambiente más agradable para el trabajo (47%) y utilizar estos espacios para tener una estructura de oficina más adecuada (37%).