Con la irrupción de la movilidad sustentable, las ciudades promueven el uso de bicicletas y monopatines para reducir las emisiones, además de autos eléctricos. Cómo se adaptan los proyectos a esos cambios en las dinámicas urbanas
La búsqueda de la sustentabilidad y la reducción de las emisiones en todas las actividades son las principales tendencias rectoras que anticipan un futuro que ya llegó. Y dentro de ese vector, los cambios que se prevén para las ciudades son muy grandes.
En el marco de las transformaciones que modificarán la vida en los próximos años figura la movilidad sustentable. No solo se trata de la transición que está atravesando la industria automotriz, desde los motores a combustión interna a los eléctricos: también abarca los nuevos conceptos que empiezan a imponerse hoy, como la movilidad compartida, el fomento a las bicicletas y monopatines eléctricos, las zonas libres de tráfico vehicular y el estímulo al uso de transporte público no contaminante.
Este nuevo concepto en la manera en la que la gente se moverá dentro de las ciudades -que despierta una alta adhesión de parte de las nuevas generaciones, especialmente preocupadas por el medioambiente y la calidad de vida- representa una señal a la que el real estate empieza a prestarle cada vez más atención. Como parte importante de lo que se denomina “ciudades inteligentes”, la movilidad sustentable plantea nuevos enfoques en los diseños de los edificios y viviendas al considerar los avances tecnológicos y las preferencias que van mostrando los usuarios. La configuración del espacio público también se ve modificada dentro de esa lógica, con una revalorización de los espacios verdes y una puesta en valor de muchas zonas urbanas que adquieren otra dinámica con obras de infraestructura y proyectos innovadores.
Así, los emprendimientos de vanguardia en real estate empiezan a sumar cargadores eléctricos en los garajes para los autos a batería y dan un lugar preponderante a las bicicletas como un actor importante en la vida que viene. Desde los estacionamientos específicos en los subsuelos o plantas bajas a las bicisendas dentro de los proyectos, como un componente más de la movida verde. Incluso hay ejemplos arquitectónicos en el mundo que plantean un diseño con rampas para que los propietarios puedan llegar en dos ruedas hasta la puerta de sus departamentos.
La movilidad sustentable, el uso de bicicletas o scooters compartidos y el transporte combinado con los medios públicos tenderá a reducir el tráfico de autos en zonas centrales de las ciudades y a construir entornos más saludables que volverán más atractiva la vida urbana. Esa nueva perspectiva, unida a las inquietudes de los compradores millennials y centennials que buscan otro tipo de espacios y vínculos de comunidad, representa una oportunidad para el negocio de los ladrillos a la hora de planificar proyectos con mejores prestaciones y propuestas acordes a sus necesidades.
Una de esas respuestas puede verse ya en la oferta de amenities y áreas comunes que incluyen los emprendimientos de vanguardia, en los que se despliegan desde espacios de coworking y fitness hasta jardines zen pensados para fomentar la interacción entre los residentes. En esa línea avanzan las características ligadas a las nuevas dinámicas que abrirá la movilidad sustentable, un factor que los desarrolladores tomarán cada vez más en consideración al momento de imaginar sus proyectos.
Te invito a ver más en 01vila.vitriumcapital.com, un proyecto que incorpora movilidad sustentable como parte del concepto de vida que propone.