A pesar de ser el quinto país más pequeño de América Latina con una población de apenas 7,4 millones de habitantes, Paraguay viene ganando protagonismo en la escena regional debido a sus condiciones macroeconómicas, seguridad jurídica e incentivos a la inversión, convirtiéndolo en un terreno fértil para el desarrollo. No obstante, poco habla acerca de su diversidad de paisajes naturales y de las variadas experiencias que ofrece tanto a turistas como a viajeros de negocios que deseen dedicar unos días a explorar el país.
Para quienes gusten relajarse, las estancias rurales ofrecen una auténtica experiencia campestre como parte de las opciones de turismo interno. En estos lugares, rodeados de una naturaleza privilegiada, los visitantes podrán disfrutar de actividades cotidianas como largas cabalgatas y degustar la gastronomía típica en un entorno campestre que invita al deleite. Asimismo, los amantes de la pesca deportiva encontrarán en Paraguay un destino ideal, con una rica red de recursos hídricos. Ríos como el Paraguay, Paraná, Pilcomayo, Apa y Tebicuary ofrecen un espectáculo único con su gran vegetación y una variada fauna ictícola en sus aguas.
Apenas a 20 kilómetros de Asunción, es Areguá, declarada Ciudad Creativa por la Unesco en 2019, se convierte en una visita imperdible. Conocida por sus más de 500 talleres de alfarería y cerámica en su casco urbano, así como por sus frutillas, esta urbe colorida a orillas del Lago Ypacaraí invita a recorrer el paseo de artesanos que se levanta todos los días sobre la calle La Candelaria.
Asimismo, cerca de Areguá, quienes tengan espíritu aventurero no podrán perderse el cerro Koi, que abarca un total de 12 hectáreas y se eleva por encima de los 200 metros. Declarado Patrimonio Natural en 1993 debido a la forma de sus piedras (que son únicas en América del Sur), pertenece al grupo de cerros de la Cordillera de Ybytypanemá.
Otro imperdible cerca de Asunción es la ciudad costera de San Bernardino. Ubicada a unos 50 kilómetros de la capital paraguaya, “la ciudad del verano paraguayo”, que fue fundada por inmigrantes alemanes luego de la Guerra de la Triple Alianza, se convirtió en un destacado polo turístico con actividades durante todo el año gracias a su gran oferta gastronómica y hotelera. ¿El dato a tener en cuenta? Sus atardeceres. Especialmente, para quienes puedan contemplarlos desde el muelle de San Blas.
Un poco más lejos, a unos 85 kilómetros de Asunción, otro destino que llama la atención de visitantes es Isla Pucú. Con poco más de 10.000 habitantes, es un refugio natural tranquilo, ideal para disfrutar de la naturaleza, realizar caminatas y observar aves.
De hecho, con más de 700 especies de aves para el avistamiento, Paraguay es un paraíso para los amantes del avistaje de este tipo de animales, cuya mayor diversidad ornitológica se encuentra en sitios como el Chaco Húmedo, el Chaco Seco, el Pantanal y otras.
Para quienes prefieran no moverse de Asunción o tengan menos tiempo para hacerlo, también esta ciudad ofrece diferentes alternativas de interés, desde una recorrida por el Casco Histórico y el Mercado de La Recova, hasta caminatas por el pintoresco barrio Loma San Jerónimo y la Avenida Costanera, pasando por el Museo de Arte Sacro, con su increíble colección permanente de obras de arte religioso talladas en madera por los guaraníes, y el Centro de Artes Visuales Museo del Barro, con una colección de 300 piezas de cerámica precolombina.