Con una amplia gama de centros comerciales y propuestas residenciales, busca promover una vida sostenible en una superficie de 10 kilómetros cuadrados y convertirse en un destino de ecoturismo.
Inteligente, productiva, caminable, autosuficiente y libre de emisiones de carbono. Así será AlNama, la ciudad proyectada en Arabia Saudita que pretende convertirse en una brújula en materia de sostenibilidad para el diseño urbano del futuro.
Este ambicioso proyecto con triple impacto (social, ambiental y económico), lanzado oficialmente hace algunas semanas, está siendo diseñado por URB, una firma dedicada a la planificación urbana y diseño de smart cities, liderada por el consultor y emprendedor Baharash Bagherian, con larga experiencia en desarrollo de ciudades sustentables en Medio Oriente
AlNama, que en árabe significa “prosperar”, estará ubicada en las cercanías de Riad, capital de Arabia Saudita, y ocupará unos 10 kilómetros cuadrados. El desarrollo, de unas 1.000 hectáreas, contará con 11.000 unidades residenciales para albergar a cerca de 44.000 personas, centros comerciales, instituciones educativas y servicios de salud, entre otros. Además, generará unos 10.000 puestos de trabajo en varios sectores de la economía circular.
“El plan maestro y el paisaje de AlNama están diseñados como soluciones holísticas multifuncionales para mejorar la sostenibilidad social, ambiental y económica de la ciudad. AlNama se planifica a través del diseño del paisaje de la ciudad, más que del diseño de sus edificios. Esto crea un urbanismo que es más inclusivo socialmente, más valioso económicamente y más sensible al medioambiente”, destacó Bagherian, autor intelectual de los diseños de ciudades sostenibles, como The Sustainable City en Yiti (Omán), The Sustainable City Yas Island (Abu Dhabi) y Nexgen Sustainable City (Egipto), a través de su página web.
AlNama pretende destacarse como la próxima generación de ciudad autosuficiente, capaz de cubrir todas las necesidades de energía renovable y de alimentación para sus habitantes, gracias a su sistema de agricultura biosalina, jardines productivos y uadis –cauces secos o estacionales de ríos que discurren por regiones cálidas y áridas o desérticas.
El paisaje está diseñado como una red terrestre multifuncional con varias utilidades, que promueve la biodiversidad y ayuda a crear un entorno “más fresco”, dado que reduce la temperatura máxima dentro de la ciudad y mitiga las islas de calor urbano. La vegetación se elige según su capacidad para tolerar la sequía, proporcionar sombra, fijar nitrógeno en el suelo, producir alimentos y crear un hábitat.
El plan se optimizó en densidad para maximizar la proporción de espacios verdes, clave para esta ciudad que quiere estar libre de automóviles. De hecho, contará con 37 kilómetros de bicisendas y pistas para hacer running, así como un picadero ecuestre de 7,5 kilómetros.
AlNama estará atravesada por una columna vertebral verde, que incluirá un centro industrial, bio domos multifuncionales, una futura zona recreativa, con una red integrada de sistemas biofílicos para que la naturaleza prospere. De hecho, más del 65% de la superficie del suelo se destinará a espacios abiertos, como jardines, áreas productivas y campos deportivos.
Por si fuera poco, esta ciudad inteligente busca alzarse, también, como un destino turístico ecológico y médico. Para ello, contará con alojamientos de estilo glamping, eco resorts (incluyendo uno de categoría 5 estrellas) y hasta un centro de conservación de la naturaleza, así como espacios destinados a tratamientos médicos y de bienestar.
Principios clave que rigen el desarrollo
Hay tres grandes principios que caracterizan el proyecto AlNama. Por un lado, su corazón verde, que conecta a sus habitantes y trabajadores con los diferentes amenities en minutos a través de arterias verdes. Por otra parte, la orientación, dado que la planificación de la ciudad se optimiza para reducir la demanda de energía al mismo tiempo que proporciona sombras en las veredas dentro de las áreas residenciales, así como flujos óptimos de viento. Finalmente, la densidad, optimizada para estar adyacente al corazón del desarrollo. Esto reducirá las distancias a pie para la mayoría de la población y promoverá una comunidad más inclusiva y conectada. Las áreas de uso mixto están estratégicamente ubicadas para reducir las distancias.
El diseño contempla una ciudad transitable con acceso vehicular limitado a la avenida de circunvalación y a los estacionamientos solares. Las sendas peatonales, en tanto, están bien conectadas con otros modos de transporte ecológico, como buggies eléctricos, bicicletas y un sistema de transporte eléctrico-autónomo conectado con todas las instalaciones de la ciudad.
Smart city
Además de la agricultura biosalina, la ciudad ofrece granjas verticales, acuaponía, piscifactorías y granjas lecheras que estarán controlados por equipos IoT (Internet of Things), de Inteligencia Artificial (IA) y automatización y podrán producir alimentos de mayor calidad que se cultivan localmente.
Asimismo, el proyecto también incorporará sensores que están conectados a IoT y pueden comunicarse en tiempo real con varios componentes dentro de la ciudad. Por ejemplo, los residuos se pueden recolectar al recibir una notificación automática.
Por su parte, los sistemas de agua inteligentes reducirán el consumo de agua de los habitantes en su vida diaria. Todos los baños, cocinas, sistemas de riego e instalaciones integrarán tecnologías de ahorro de agua altamente eficientes. El agua potable también se produce en el sitio a través de generadores de aire a agua que funcionan con energía solar.
A nivel edilicio, los sensores juegan un rol clave. La iluminación interior y la temperatura se pueden ajustar automáticamente en función de diversas variables, que incluyen el número de ocupantes en una habitación, la hora del día, el clima exterior y las condiciones de luz. Todos los edificios tendrán sensores integrados para detectar movimiento, temperatura, ruido, humedad, fuego, humo y poder, de esta manera, proporcionar datos en tiempo real y ayudar a mejorar la eficiencia operativa.
De acuerdo a URB, “AlNama se convertirá en un laboratorio viviente, monitoreando los servicios y recursos, utilizando la IA para el análisis predictivo, probando nuevas innovaciones y analizando los comentarios de los usuarios en la ciudad para evolucionar hacia la ciudad más inteligente del mundo”.
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